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Estas navidades seguí con la saga de fantasía de Javier Negrete en su tercer volumen, la presente "El sueño de los dioses". Novela un tanto raruna, con una estructura extraña que sirve, no tanto de puente entre la anterior, "El espíritu del mago", si no más bien como trampolín para la siguiente, "El corazón de Tramorea".
Negrete continúa brindando nuevas facetas a su particular universo de fantasía, y apuntala, ya sin ambages, lo que se intuía un poco en la anterior, y es ese viraje hacia la ciencia ficción que, seguramente, siempre estuvo ahí, agazapado entre espadas de fuego y armaduras mágicas, y que aquí ya se presenta en forma de seres superiores, razas antiguas, descendientes de éstas, y alta tecnología. En mitad de ello, los autoproclamados dioses, que no son más que una suerte de olimpo de seres ultra avanzados y modificados con esa tecnología a la que aludíamos, y que como dioses griegos, se divierten con las aventuras y desventuras de los mortales, a quienes no dudan en atormentar una vez son liberados. Como no puede ser de otra manera, la oveja descarriada, el loco Tubilok, terminará haciendo acto de presencia (spoiler, pero no, pero sí. Quiero decir, que se ve venir de lejos. El meollo es más el cómo que el qué).
Aquí hay un aspecto que me escama un poquito, y es que Negrete si bien lo considero un auténtico maestro, he de confesar que en ocasiones me he perdido un poco en las descripciones de algunos de los elementos de ciencia ficción, así como en la imagen que trata de darnos de los diferentes dioses, a veces demasiado estrafalarios, o extravagantes si se quiere, por lo que me ha costado hacerme una imagen mental de estos personajes.
Volviendo a la estructura, es curioso, porque esta tercera entrega inicia justo donde lo dejamos en la anterior, incluso con la licencia de meter algún flash-back para ponernos en situación y explicar algunas cosas que podrían haberse quedado en el tintero, y así estar bien pertrechados para lo que acontece. Porque si bien el inicio de la novela es tímido, una vez lleguemos a la mitad, poco menos, la cosa se dispara de forma absolutamente magistral y será un festival de cliffhangers, acción y acontecimientos que afectarán a los protagonistas, superándolos ampliamente. Una gozada que hace que no podamos despegar las manos del libro hasta que lleguemos al final. Un final que no es tal, ya que lo deja todo absolutamente abierto, enviando a los personajes a diferentes destinos para hacer frente a la amenaza final y definitiva. De ahí que esta "El sueño de los dioses" adolezca de una estructura algo alocada, ya que su segunda mitad conforma un clímax tremendo que no es si no la antesala de lo que está por venir, como el pistoletazo de salida para dar paso al acto final. A mí me ha funcionado del puto carajo, pero entendería cierta crítica por aquí. Pero hemos de ser conscientes de que, al final del día, es la entrega necesaria antes de la traca final, una calma chicha deliciosa repleta de giros y acción en su segunda mitad.
Decía en la anterior reseña sobre la saga que me estaba convirtiendo en fan de este señor, y confirmo sospechas. Comienza a ser uno de mis imprescindibles, y agradezco enormemente el haberlo descubierto hace apenas un año. Esta saga de Tramorea, en concreto, se me antoja como un ejemplo maravilloso de fantasía patria, donde hay un millar de elementos ya familiares, bien cocinados y mezclados, que resultan frescos y atractivos, y todo ello regado, ahora sí, por un componente de ciencia ficción que, si bien puede chocar a inicio, una vez va tomando forma atrapa al lector de forma irremediable.
Dadle caña si podéis, no creo que os arrepintáis.
