30-01-2020, 10:48 PM
0 | 0 | ||
Pues hoy he ido a ver la última peli de una de las voces más distintivas el cine latinoamericano, Ema de Pablo Larraín. Y la verdad es que como siempre no deja indiferente. Una propuesta audaz que narra la historia de la prota homónima, una bailarina de reguetón y su marido coreógrafo (Gael García Bernal), una pareja en crisis después de haber devuelto al hijo que adoptaron tras un lamentable incidente. Estaba deseando enfrentarme a la película por mis prejuicios hacia esa clase de música y cultura, porque creo que siempre se crece como espectador ante estas situaciones. No me gusta que con la edad que tengo mi gusto se atrofie, y aunque siga tirando de westerns de serie B cuando me apetece relajarme y pasar un buen rato, eso no significa que no pueda evolucionar y cultivar unas preferencias más eclécticas.
Ahora las malas noticias. Ema no es la peli que va a hacer evolucionar mi gusto XD Sin duda tiene sus méritos, unas actuaciones bastante potentes, sobre todo de la protagonista Mariana Di Girolamo, que compone a una mujer contradictoria, magnética, regida por pasiones atávicas. La trama aunque algo descabellada es toda una sorpresa para el espectador medio, y cumple su propósito de perturbar sin escandalizar, mostrar sin aleccionar y enseñar lo puro y lo tóxico del gran tema del filme: el amor. Las imágenes están inundadas de una pasión incendiaria, destructiva pero también sanadora, llevada en su tercer acto hasta el paroxismo. Tratada eso sí con gusto por Larraín que huye del morbo y sólo cae en lo animal cuando así lo requiere la historia.
¿Cuál es el problema entonces? Pues que la historia te pone contra las cuerdas nada más empezar obligándote a empatizar con unos personajes distantes, en principio moralmente ambiguos, pero en el fondo infantiles y caprichosos, que se demuestran en ocasiones demasiado contestatarios y provocadores. Acaba uno escuchando frases de tuitera rebelde, de poster, que suenan huecas, vacías en un contexto social peliagudo y complejo como es el de la adopción. En ciertos momentos acaba imponiéndose la forma sobre el fondo, y el foco de la peli se diluye demasiado entre bailes, orgías y actos vandálicos. Gustará a modernos irredentos (sin acritud) pues sus virtudes están ahí. Pero me temo que en mi caso en cuanto corta a créditos me veo conminado a levantarme raudo y veloz para no tener que escuchar de nuevo el machacón reguetón.
Ahora las malas noticias. Ema no es la peli que va a hacer evolucionar mi gusto XD Sin duda tiene sus méritos, unas actuaciones bastante potentes, sobre todo de la protagonista Mariana Di Girolamo, que compone a una mujer contradictoria, magnética, regida por pasiones atávicas. La trama aunque algo descabellada es toda una sorpresa para el espectador medio, y cumple su propósito de perturbar sin escandalizar, mostrar sin aleccionar y enseñar lo puro y lo tóxico del gran tema del filme: el amor. Las imágenes están inundadas de una pasión incendiaria, destructiva pero también sanadora, llevada en su tercer acto hasta el paroxismo. Tratada eso sí con gusto por Larraín que huye del morbo y sólo cae en lo animal cuando así lo requiere la historia.
¿Cuál es el problema entonces? Pues que la historia te pone contra las cuerdas nada más empezar obligándote a empatizar con unos personajes distantes, en principio moralmente ambiguos, pero en el fondo infantiles y caprichosos, que se demuestran en ocasiones demasiado contestatarios y provocadores. Acaba uno escuchando frases de tuitera rebelde, de poster, que suenan huecas, vacías en un contexto social peliagudo y complejo como es el de la adopción. En ciertos momentos acaba imponiéndose la forma sobre el fondo, y el foco de la peli se diluye demasiado entre bailes, orgías y actos vandálicos. Gustará a modernos irredentos (sin acritud) pues sus virtudes están ahí. Pero me temo que en mi caso en cuanto corta a créditos me veo conminado a levantarme raudo y veloz para no tener que escuchar de nuevo el machacón reguetón.
"This aggression will not stand, man"