10-06-2022, 05:04 PM
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Hace ya un tiempo que vengo dándole vueltas a abrir un hilo sobre esta peli, y hace ya un tiempo también que voy poniéndome excusas para no hacerlo. Supongo que lo que pasa es que me da cierto vértigo: tengo miedo de no saber hacerle justicia y transmitir lo mucho que me impactó. Pero, en fin, aquí hemos venido a jugar, ¿o qué?, así que enga, valor y al toro.
Quo vadis, Aida? es una película de la directora bosnia Jasmila Žbanić, que trata y desmenuza uno de los sucesos más escalofriantes de la historia reciente en Europa: la matanza de Srebrenica por parte de un grupo de soldados serbios.
A mí este tema (el conflicto serbio-bosnio en general y la matanza de Srebrenica en particular) me viene obsesionando desde la adolescencia. Recuerdo que en el instituto el profe de Lengua nos pidió que siguiésemos una noticia durante todo un año, y a mí no se me ocurrió otra cosa que elegir la guerra recién iniciada en los Balcanes. Lo hice porque al principio se hablaba de un conflicto breve y no demasiado grave, pero en seguida la cosa fue creciendo y mi trabajo saliéndose de madre: fui testigo de cómo la cosa iba escalando hasta la limpieza etnica y la intervención internacional. Recuerdo que ya entonces la matanza de Srebrenica tuvo algo de “extraño”. Todos los artículos que llegaban (y que yo recortaba y guardaba) eran como mínimo confusos: nadie se explicaba cómo los serbios habían podido asesinar a más de 8.000 personas (repito: más de 8.000 personas) que, en teoría, se encontraban bajo la protección de los cascos azules. De hecho esas personas habían buscado refugio alrededor de la base de la ONU, cuando no directamente en su interior. Ese crimen contra la humanidad, esa puta atrocidad, era algo que simplemente no debería haber pasado y yo siempre tuve la sensación (incluso siendo solo un crío con granos) de que algo no encajaba. Nunca nadie pareció ser capaz de explicar correctamente lo que pasó en Srbrenica… hasta que llegó esta peli: Quo Vadis, Aida?
Y es que aquí está todo. Tan jodidamente bien retratado, tan realista, que la peli te duele físicamente y se te mete en el cerebro jodiendote la vida. La puta burocracia. Ese es el gran enemigo en esta película: la puta burocracia de la ONU, y la cobardía de los que optan por mirar para otro lado, de los que se escudan en que “no se puede hacer nada”, los que dicen “ojalá pudiera cambiar las cosas pero”, y también “tengo las manos atadas, sabes que no depende de mí”.
La película está rodada con gran pulcritud y sin estridencias. Los diálogos justos y la cámara invisible. No hay actores guapos ni monólogos que te cambian la vida. El tono es casi documental, y el ritmo, que al principio puede parecer lento, va en un crescendo doloroso a medida que la tragedia se acerca y nadie parece poder hacer nada. Mención aparte a la actriz protagonista, que interpreta a una traductora de la ONU que lo único que quiere es salvar a su familia, y que borda su papel sin acercase ni remotamente al melodrama: mostrando más rabia que lágrimas, como debe ser.
He leído en alguna crítica de Filmaffinity que el epílogo es, a pesar de todo, un canto a la esperanza y a la convivencia. No sé qué peli han visto ellos, pero para mí el epílogo es la puñalada final, la demostración palpable de que los culpables nunca pagan. Aunque por supuesto que tiene otras interpretaciones y… joder, me gustaría mucho que alguno de vosotros se animase a verla tan solo para poder hablar de ese epílogo. Hay muchas cosas que analizar aquí, mucho que debatir.
En fin. Si os animáis a ello, la peli está disponible ahora mismo en Movistar Plas. A mi de verdad que me parece que merece mucho la pena.
¡Abrazar!