05-02-2020, 08:24 PM
(Última modificación: 05-02-2020, 08:29 PM por davesanchoo.)
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Habrá que hablar de Diamantes en bruto (Uncut Gems), ¿no? Porque es es un jodido pepino de ritmo, tensión y humor. O al menos a mí me lo ha parecido. Los Safdie Bros. se están empezando a establecer como una de las fuerzas de la naturaleza más poderosas del panorama cinematográfico, destacando con propuestas visuales muy potentes y distintivas que beben de Scorsese, Ferrara, Lumet... Dos cineastas puramente neoyorkinos, que beben de la idiosincrática gran manzana a borbotones. La Nueva York de los Safdie se puede escuchar, oler y palpar, aunque desde la comodidad de nuestro sofá, porque madre mía que manicomio de ciudad. Como ya ocurriera en Good Time en la que se desgranaba la desenfrenada huida de dos hermanos a través del submundo criminal de los suburbios, en esta ocasión somos testigos de la caída en barrena de un joyero a tiempo parcial, ludópata, y desgraciao a tiempo completo que recorre las cuadriculadas y populosas calles del midtown de Manhattan como pollo sin cabeza en busca del siguiente primo que lo mantenga a flote un minuto más.
Howard Rattner, el joyero judío del Diamond District interpretado por un desatado Adam Sandler, es un perdedor con todas las letras. Tiene una joyería, un Mercedes, y un piso en el downtown con una amante cañón (la desconocida Julia Fox), pero su única obsesión es hacerse con un ópalo de enorme valor para saldar de una vez por todas las deudas que mantiene con su cuñado Arno, un usurero de la peor calaña (Eric Bogosian). La obsesión de Howard por las apuestas deportivas le lleva sin embargo a verse envuelto en una espiral absurda de la cual espera salir gracias a un gran golpe de suerte. A todo esto, el jugador de los Celtics Kevin Garnett (as himself) convencido del poder del ópalo se empeña en comprárselo, y lo que empieza siendo un quebradero de cabeza acaba suponiendo la salvación de Howard.
Y al final, el argumento pues es lo de menos. Porque cuando uno lleva ya media hora larga de peli está en el borde del sofá sufriendo y gozando como gorrino en lodazal. Y aunque se ve venir que la historia de este pobre imbécil no va a acabar bien, pues uno la disfruta igual. Es como una montaña rusa a punto de descarrilar constantemente. Los Safdie tienen una forma muy peculiar de retratar a sus personajes, tan pronto nos plantan un primerísimo primer plano del jeto de Sandler, como nos sacan un plano aéreo de la calle por la que camina. También abundan los planos de steady o cámara en mano, que otorgan una sensación de urgencia constante. La verdad es que me ha parecido una peli magníficamente rodada e interpretada, y todo el tema de Garnett con las apuestas y tal me parece maravilloso. Solo puedo lamentar no haber podido verla en el cine.
Howard Rattner, el joyero judío del Diamond District interpretado por un desatado Adam Sandler, es un perdedor con todas las letras. Tiene una joyería, un Mercedes, y un piso en el downtown con una amante cañón (la desconocida Julia Fox), pero su única obsesión es hacerse con un ópalo de enorme valor para saldar de una vez por todas las deudas que mantiene con su cuñado Arno, un usurero de la peor calaña (Eric Bogosian). La obsesión de Howard por las apuestas deportivas le lleva sin embargo a verse envuelto en una espiral absurda de la cual espera salir gracias a un gran golpe de suerte. A todo esto, el jugador de los Celtics Kevin Garnett (as himself) convencido del poder del ópalo se empeña en comprárselo, y lo que empieza siendo un quebradero de cabeza acaba suponiendo la salvación de Howard.
Y al final, el argumento pues es lo de menos. Porque cuando uno lleva ya media hora larga de peli está en el borde del sofá sufriendo y gozando como gorrino en lodazal. Y aunque se ve venir que la historia de este pobre imbécil no va a acabar bien, pues uno la disfruta igual. Es como una montaña rusa a punto de descarrilar constantemente. Los Safdie tienen una forma muy peculiar de retratar a sus personajes, tan pronto nos plantan un primerísimo primer plano del jeto de Sandler, como nos sacan un plano aéreo de la calle por la que camina. También abundan los planos de steady o cámara en mano, que otorgan una sensación de urgencia constante. La verdad es que me ha parecido una peli magníficamente rodada e interpretada, y todo el tema de Garnett con las apuestas y tal me parece maravilloso. Solo puedo lamentar no haber podido verla en el cine.
"This aggression will not stand, man"